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Por Micaela Bordes para Ada ITW.

El área de IT es una de las industrias que presenta dificultades para equilibrar la oferta y demanda de los puestos laborales. La visibilización de la problemática y el empeño en tomar medidas al respecto por parte de las organizaciones logran que conforme pasan los años estos números apunten a igualarse. Sin embargo se debe seguir insistiendo en este propósito y es por eso que a la hora de formar o reforzar una empresa se deben poder identificar aquellos puntos clave que fomentarán el desarrollo y progreso de la misma. 

La incorporación de nuevos talentos en nuestros espacios de trabajo es un tema recurrente en esta industria que se encuentra en constante crecimiento, más a partir del contexto sanitario de estos últimos meses. En Argentina a pesar de la inflación, los salarios y el tipo de cambio, las empresas de Software presentaron 2.500 puestos laborales nuevos durante el 2020 que necesitaron ser cubiertos. 

¿Estamos al tanto de las condiciones que hay que tener en cuenta a la hora de sumar nuevos talentos a nuestra organización?

Lo recurrente suele ser apuntar a empleados junior, jóvenes que poseen una alta capacidad de adaptación y muestran mucho entusiasmo a la hora de encarar nuevos proyectos. Es muy fructífero contar con estos tipos de perfiles pero más aún lo es apuntar a una diversificación de talentos. No incorporar a alguien solo por su edad, por su experiencia o por sus estudios sino contemplar una pluralidad de perfiles que en conjunto puedan sacar su máximo provecho para que este logre verse reflejado en los logros laborales. 

Para poder ofrecer un servicio exitosamente los clientes deben poder verse reflejados en aquella diversidad de la que ellos como sociedad forman parte. Esto se puede lograr conformando equipos que difieren en ciertos aspectos como sus orígenes, perspectivas, modos de trabajo, rango etario, etc.

Al compartir distintos enfoques de trabajo se presentarán distintas maneras de abordar problemas o desafíos que puedan llegar a aparecer. 

En las empresas más convencionales suele haber una tendencia a separar en grupos laborales a aquellos empleados más jóvenes de los más grandes. Sería interesante no caer en relaciones laborales intergeneracionales que ahonden en la diferenciación de edades ya que con esta práctica se omite la gran rentabilidad que estos perfiles aportan dentro del ambiente. La mezcla entre la experiencia, la capacidad de liderazgo y mentoría, la perspectiva histórica con el entusiasmo, la innovación y adaptabilidad otorgará a la empresa puntos de vista particulares que reflejarán beneficios a corto y largo plazo.

Incitamos a las organizaciones a que desafíen aquellas estructuras asentadas y se animen a nuevas incorporaciones. Que estas rompan con las normativas esperadas y surjan así ambientes laborales heterogéneos con sujetos y modos de trabajar donde la diversidad sea factor primordial.

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