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Escrito por: Francia Botero


“A pesar de representar más de un tercio de la población mundial y ser responsables por la mitad del consumo global, las personas maduras aún son ciudadanas y consumidores invisibles” (Tsunami LATAM, 2022).

América Latina está envejeciendo y este fenómeno revoluciona la forma de pensar y sentir la vejez, modifica también el desarrollo de la economía y le exige al poder público, a las empresas, a emprendedores y organizaciones comprender mejor el envejecimiento poblacional. “Durante los próximos 30 años, el porcentaje de latinoamericanos mayores de 65 se duplicará, alcanzando el 18% de la población, mientras que los latinoamericanos de 80 años en adelante, pasarán del 2% al 5% en 2050” (Banco de Desarrollo de América Latina, CAF 2020, citado en Tsunami Latam, 2022).

Entender los códigos de la nueva madurez fue el foco para realizar el primer estudio sobre la longevidad en el continente. Se realizó en Brasil en el año 2018 y reveló una radiografía de los brasileros con más de 50 años. “A pesar de ser un país que está en un proceso de envejecimiento moderado, Brasil puede ser considerado como una referencia por haber iniciado, hace varios años, una discusión sobre el envejecimiento saludable” (Tsunami Latam, 2022). El impacto de este estudio fue tal, que en 2021 y después de que la pandemia COVID-19 transformara los modos de vida, surgió la necesidad de entender los nuevos hábitos y comportamientos de las generaciones que están resignificando el concepto de envejecer. Se realizó una segunda ola del estudio de 2018 y aplicaron el alcance de la investigación a otros países de la región, considerándose actualmente como el mayor estudio que jamás se haya hecho sobre la madurez en América Latina.

Comprender esta realidad no es nada fácil, mucho menos si se tiene en cuenta que, durante mucho tiempo América Latina se ha considerado joven. Y esto se repitió tantas veces que se terminó creyendo. Ahora La Revolución de la Longevidad llega como un tsunami y genera diversos desafíos para los Estados de la región. “La ciencia nos revela que, en ocasiones los tsunamis tienen un valor positivo: redistribuyen nutrientes, crean nuevos hábitats, cambian el paisaje y brindan nuevas oportunidades económicas y de estudio” (Tsunami Latam, 2022).

Entre 1950 y 2018 la región sumó casi 25 años a su esperanza de vida, la tasa de fecundidad cayó de 6,1 a 2,2 niños nacidos vivos por mujer, esto indica que la población joven se reducirá en los años venideros. En el estudio realizado, el 21% de las personas entrevistadas mayores de 45 años, creen que van a vivir más de 100 años, y el 70% de las personas mayores de 65 años que se consultaron, no pensaban que llegarían tan bien a su edad.

Cuando se habla de longevidad, se tienen en cuenta dos generaciones: La Plateada y La Invisible. La Plateada, nacida entre 1946 y 1964, son personas mayores de 65 años. Cuestionaron la cultura dominante y fomentaron movimientos sociales por la libertad y la igualdad. Llegaron en el momento cúspide del capitalismo y la consolidación de la mentalidad consumista con la expansión de la televisión, el boom de las industrias alimentarias y farmacéuticas. La Invisible, nacida entre 1965 y 1979, son personas mayores de 45 años. Experimentaron el comienzo de la globalización, vieron el auge de la tecnología, la llegada de la computadora personal, el internet, crecieron con programas de televisión y presenciaron el fortalecimiento del capitalismo en todo el mundo.

Justamente la generación invisible es la que está cambiando el concepto de longevidad, ya que vivirá la vejez con un sistema de valores y creencias muy distintos a los de la generación plateada. Tanto es así que hoy en día, pensar en la jubilación, lejos de imaginarse como el momento de retiro laboral y de descanso, significa otro comienzo, un camino lleno de oportunidades para cumplir con aquellos sueños, metas, proyectos y desafíos que hasta entonces no habían realizado.

Una de las áreas que mejor se acomoda a este cambio de paradigma y que puede abrir mercado laboral, sin importar la edad en la que se esté, es la tecnológica. Se acomoda perfectamente para personas mayores de 65 años que están a punto de jubilarse y desean continuar vigentes dentro del mercado de trabajo, o para mayores de 45 años que desean dar un giro en sus vidas, cambiar de profesión, o tener varios empleos paralelos, pues si hay algo que facilita las IT, es la flexibilidad laboral.

Es importante poner la longevidad dentro de la agenda pública, ya que esto expandirá los horizontes de la empleabilidad y, con ello, se generarán economías más prósperas e igualitarias. Así mismo, es necesario romper con las brechas digitales por género, edad y estrato socioeconómico, buscar alternativas de educación, capacitación y trabajo remoto, a través de las tecnologías de la información y la comunicación, extendiendo la conectividad hacia los lugares más vulnerables, de modo que se pueda combatir los índices de pobreza, y así brindar una mejor estabilidad laboral y conlleve a la una sociedad más justa y equitativa.

Bibliografía:

Tsunami LATAM, (2022). El estudio de longevidad más grande del mundo. https://eventos.udesa.edu.ar/82053/detail/presentacion-resultados-de-tsunami-latam-el-estudio-de-longevidad-mas-grande-del-mundo.html. Recuperado julio 5 de 2023.

Foto: https://unsplash.com/es/fotos/yjcEyMmLISY. Recuperada julio 7 de 2023.

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